Ansioso, como encapuchado de la Primera Línea.
Escuchando los discursos (hasta las 12 AM): debemos tener la clase política más noble de este hemisferio.
Pepe Auth, con los matices de lo humano (con eso de algo así como “la gente que me sigue apreciando”.
Esto que se discute de miércoles a miércoles fue una propuesta hecha bajo el auspicio de la Fundación Sol pero los votos y las abstenciones las dieron diputados que están suscritos a los boletines de Libertad y Desarrollo y de la Fundación Guzmán.
¿Y si en verdad en Chilevisión querían hablar con Boric? ¿O le pedirán disculpas por haberlo querido entrevistar?
¿Y hacer una versión con lenguaje inclusivo del audio de las mojojojo?
¿Alguien ya está hablando del Fin de la Transición?
Y acá, uno de los finales pero minuto-a-minuto.
Bueno Mansuy pero mucho ya con la derecha. ¿Y no es mejor mirar ahora donde hay que mirar? Mirar a esa izquierda que no gana elecciones pero que sí llena estadios. Son las ideas que se impusieron en la elite hace rato. A partir de esta noche, como el 19 de octubre, va a ser importante saber qué es ser de izquierda.
Pero Mansuy no es mejor que Antonio Martínez: siempre lo mejor del fin de semana.
Sergio Leone le explicó así a Ennio Morricone cómo quería la música de Por un puñado de dólares: «No le pedí que leyera el guión. Le conté la historia como si fuera un cuento de hadas. Luego le expliqué los temas que deseaba. Cada personaje tenía que tener su propio tema. Pero hablé al estilo romano, con montones de adjetivos y comparaciones, asegurándome de que todo quedaba claro. Luego él trabajó en la composición y me trajo algunos temas muy cortos, uno para cada personaje. Me los tocó al piano […]. Esto continuaba, a menudo durante algún tiempo, hasta que componía una pieza que me inspiraba, ¡porque era a mí quien la música tenía que inspirar, no a Ennio! Cuando un pasaje me complacía, decía: “¡Ése es!”».
Para un perfil de Mario Desbordes (apuntes): tanta cosa napoleónica que tiene en la vitrina.
Los diarios que estamos leyendo y los que vamos a leer. «Cuando se trata de acomodar el periodismo y la verdad a las necesidades de una causa -sea cual sea esta causa-, se está prostituyendo la verdad, y cuando la verdad desaparece, prevalece el totalitarismo (…). Los periódicos están para publicar artículos que nos gustan y los que nos irritan, y son mejores cuantos más de estos últimos ofrecen. Son mejores porque hacen mejores lectores, más críticos, más libres», dice el ex director de El País, Antonio Caño sobre la guerra civil en el New York Times.
Y Bari Weiss, editora de opinión de ese mismo diario, renunciada con bazooka en las últimas horas que se fue disparando contra Twitter y de cómo nos pautea, a medios y blogs («no está en la cabecera de The New York Times. Pero Twitter se ha convertido en su último editor (…) Las historias se eligen y cuentan para satisfacer al público más limitado, en lugar de permitir que un público curioso lea sobre el mundo y luego saque sus propias conclusiones»). Sale del diario con estos consejos, útiles para editores jóvenes: «Regla uno: di lo que piensas bajo tu propio riesgo. Regla dos: nunca te arriesgues a encargar una historia que vaya en contra de la narrativa. Regla tres: nunca le creas a un editor o editor que te insta a ir contra la corriente. Eventualmente, el editor cederá ante la mafia, el editor será despedido o reasignado, y te colgarán».
Virus revuelto, ganancia de pecadores.
Roya Hakakian, una que firmó la carta contra la intolerancia en la izquierda: la democracia le pertenece al mundo.
Chile cambió. Y hay que leer lo que dicen los argentinos varados acá, en La Nación de Buenos Aires.
15/07/2020